¿Cómo los
movimientos geopolíticos provocan estéticas de la inconformidad de carácter
global pero los artistas locales logran ligar a su tradición y su espacio?
¿Cuáles son
los puntos equidistantes entre los colectivos que actualmente ocupan con sus
discursos visuales el espacio y la esfera de lo público?
¿Porqué el
contexto sociopolítico se convierte en materia prima para los jóvenes creadores
de las urbes?
La primera
mesa redonda que llevamos a cabo en La Cebada tenía como objetivo mostrar las
formas independientes de la producción cultural capitalina y las formas en cómo
las hace circular por sus periferias.
Titulada, Desplazamientos
políticos. Disidencia. Confrontación y flujo en el Espacio Público, con la
intención de difundir y generar reflexión sobre las expresiones artísticas
ligadas a los discursos de género, a los reclamos de democracia, justicia, como
también al compromiso político del artista con su contexto.
Por otra parte
buscamos unir imaginariamente tres espacios culturales ciudadanos, ubicados en Miravalle, Zapotitlán y La Cebada, en la
delegaciones Iztapalapa, Tláhuac y Xochimilco,
respectivamente, con la intención de trazar, en la periferia capitalina
donde, y con quien, pensamos trabajar para formar una red fundamentada en la
colectividad.
El encuentro
mostró algunas de las narrativas visuales callejeras más interesantes que
participaban en el seminario Intersticios Urbanos, impulsada por la Sociedad
Dorkins, de Said Dorkins y Laura García, así como el Centro Cultural España y
Peatonal.
Smek, Arte
Jaguar, Hilda Rodríguez, ASARO, ambos de
Oaxaca; Las Sucias, colectivo de chilangas y tijuanenses, la inglesa
Carrie Richardt, y los defeños Icetrip y Dronz, así como Joseph artista vecino
de La Cebada que se integró a la pinta, fueron los ponentes.
La intención
fue intervenir de manera simultánea los tres espacios y concluir con la charla
en La Cebada, a la par de unas cervezas, mezcal y cumbia.
En la Cebada
cerca de la 1 de la tarde Hilda Rodríguez comenzó a liberar las primeras roseadas
de spray sobre una de las 2 cortinas de acero asignadas. Más tarde se
integraron las Sucias y finalmente Joseph y Smek.
El alboroto en
la calle no se hizo esperar. Autos, bicitaxis, niños, jóvenes, todos le
regalaban algunos minutos de atención a la pinta que comenzaba a crecer
conforme la tarde también pintaba de morado el cielo.
Hilda Rodríguez
La Sucias y Hilda Rodríguez
Javier Santos SMEK